Hemos leído acerca de la sabiduría, hemos escuchado acerca de ella, La Palabra de Dios nos enseña mucho sobre la importancia de la sabiduría. El día de hoy conoceremos a Abigail una mujer sabia cuyas acciones nos dan ejemplos prácticos de sabiduría, los cuales podemos aplicar hoy en día.

Abigail: Era una mujer que vivía en la región de Carmel en Maón, ubicada en el desierto de Parán, estaba casada con un hombre hacendado quien tenía muchas riquezas, este varón se llamaba Nabal, era un hombre malo, muy duro, de malas obras, era perverso y nadie podía hablarle (1 Samuel 25-1:3, 17).

Abigail  era muy hermosa físicamente e internamente, pues tenía buen entendimiento era inteligente y sensata. (1 Samuel 25: 3).

Abigail tenía una condición de vida un tanto difícil, a pesar de estar rodeada de riqueza, estaba casada con alguien malo, de malas obras; fácilmente podemos deducir que ella no solo vivía en una zona de desierto físicamente, también vivía en un desierto emocional; sin embargo, enmedio de su situación de vida, ella actuaba con inteligencia.

¿Cómo es esto, que ella tenía inteligencia, de buen entendimiento o que era sensata?

La inteligencia o sabiduría procede de una única fuente: de Jehová (Proverbios 2:6); si  la biblia indica que Abigail era inteligente, significa que ella tenía temor de Jehová, que ella cumplía los mandamientos de Jehová (Deuteronomio 4:5-6).

¿Qué acciones realizó Abigail, que nos muestran ejemplos prácticos de sabiduría?

«Pero uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal…» (1 Samuel 25: 14-17)

Ante una situación difícil que se presenta en la familia de Abigail, uno de sus criados va con ella y le cuenta todo lo que ha sucedido entre su esposo y David el elegido de Dios, la Biblia relata como David cuidó en el campo por diez días a los criados del esposo de Abigail, al cabo de ese tiempo, David manda a rogar a Nabal que les brinde ayuda (comida, bebida , lugar donde pasar) a él y a sus acompañantes, sin embargo, Nabal responde de manera grosera y niega la ayuda a David, este, se molesta tanto que de manera impulsiva resuelve ir a acabar al día siguiente con la vida de Nabal y la de toda su casa (familia y criados). (1 Samuel 25:5-13).

Un criado va y le contó a Abigail lo sucedido, ¿Por qué  va donde ella?, porque era alguien en quien confiar, alguien con quien se podía hablar, alguien que podía resolver o actuar de forma sabía ante una situación difícil.

¿Somos personas de confiar? ¿Las personas se acercan a nosotros, con la seguridad que les podemos escuchar sin juzgar? ¿Actuamos prudentemente con lo que vemos o escuchamos? ¿Escuchamos o siempre tenemos algo que decir y los demás mejor callan? ¿Realmente escuchamos o solo estamos callados pretendiendo oír a los demás?

Para mayor profundidad lea la entrada Prudencia ¿Qué es?

Imitemos a Abigail, procuremos ser esa persona confiable para los demás sobre todo para los de nuestra casa (cónyuge, hijos, familia, etc.)

Entonces Abigail tomó muchas raciones de comida ,y dijo a sus criados: Id delante de mí, y yo os seguiré luego. (1 Samuel 25: 18-20).

Cuando supo todo lo acontecido, accionó de forma rápida, organiza la preparación de raciones de alimento suficientes para llevarlas a David y a sus acompañantes, y no declaró nada de esto a su esposo.

Ella actuó con entendimiento, analizó correctamente las prioridades, ella supo que debía actuar porque de no hacerlo ella y todos en su casa morirían.

Esta es una situación bastante trágica, realmente era algo de vida o muerte, quizá usted se encuentre en una situación similar de vida o muerte, si usted está en peligro ¡CORRA!, salga de donde está y vaya a un lugar seguro, ante una autoridad o con alguien que le pueda proteger, el sabio ve el mal y se aparta.

Quizá su situación no es tan drástica como la de Abigail, pero puede ser algo que cause muerte espiritual, muerte emocional, quizá usted está esperando que alguien más le diga que hacer , que decir o cómo actuar. No tema, Dios ayuda al necesitado, Dios ampara aquel que cumple su mandamiento, actúe en base a Su Palabra, anímese y obedezca eso que el Espíritu Santo le está indicando hacer. Dios jamás se contradice por Su Santo Nombre es su pacto con nosotros. Ríndanse a los pies de Cristo, postrémonos ante Él y estoy segura que da la salida.

¡Siempre actuar en obediencia a La Palabra de Dios, es lo correcto!

«Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra;  y se echó a sus pies…» (1 Samuel 25: 23-24).

Ella salió junto con sus criados y las raciones preparadas, para ir personalmente donde David, el varón que estaba molesto con su esposo y que vendría a tomar venganza, ella fue  y lo enfrentó. Esto era algo peligroso, sin embargo, esta mujer actuó con valentía y decidió enfrentar el problema de frente, directamente.

Conozca la historia de valentía de una reina, en la entrada Actuando como Ester.

No estoy diciendo que usted se ponga en peligro, ella no fue sola, iba con muchos criados, esa mujer como era entendida, estoy segura que había orado a Dios , clamado por cobertura, si, actuó rápidamente , pero no impulsivamente, actuó con entendimiento, con un plan.

No evite esa situación que le está causando temor, dolor o que le está dañando, clame a Dios por dirección para que sea Él quien le dirija, quien le mande ángeles que le acompañen a enfrentar esa situación difícil, El Espíritu Santo le dirá lo que decir, le dirá como hablar (Lucas 12:12), si usted va respaldado de Dios, no importa el gigante que le toque enfrentar, no hay poder más grande que el poder de nuestro Dios, Jehová de los ejércitos es Su Nombre.

Abigail habló correctamente porque: dio consejo sabio: «cuando Jehová haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca por príncipe sobre Israel» (1 Samuel 25: 26-31) en el momento oportuno supo cuando hablarle a David «se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra; y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío» ( 1 Samuel 25:23-24) y a su esposo Nabal «… por lo cual ella no le declaró cosa alguna hasta el día siguiente.» (1 Samuel 25:36-37).

Inmediatamente llegó donde estaba David y sus siervos, Abigail descendió del asno en el que iba y se postro a sus pies y se inclinó a tierra, actuó con Humildad, le habló  directamente y le ofreció disculpas en nombre de su esposo, pidió perdón por algo que no había hecho. Abigail fue y habló con David justo a tiempo, fue antes de que él se levantara y cobrara la venganza, no esperó mucho tiempo; así mismo, ella habló a David de forma que su consejo hace que entre en razón, desiste de la venganza y pide perdón a Jehová por lo que iba a hacer.

Vea las entradas ¡Humildad! Jesucristo ejemplo vivo y Perdonar trae paz y perdón de Dios.

¿Qué estamos hablando? ¿Nuestras palabras a los demás son prudentes, marcan huella, hablamos la verdad de Cristo, hablamos como Él lo haría?  ¿Damos consejo oportuno? Quizá muchos digan «yo no me meto en lo que hacen los demás» , Muy bien, pienso lo mismo, sin embargo orar por los demás puede ser decisivo en la salvación de alguien, hablarle del amor de Cristo es un mandamiento que Él nos dejó, el hablarle a alguien del amor de Jesús, puede hacerle desistir de cometer algo malo en su vida, y puede hacer que el Espíritu Santo le convenza de pecado así como a David.

No nos desanimemos, en Dios siempre tenemos salida y Él ayuda a todo aquel que le clama.

Si sentimos que nos falta sabiduría, pidámosla a Dios, Su Palabra dice que Él la da abundantemente. Santiago 1:5