«Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago»  Romanos 7:19 NTV

¿Le suena familiar lo que leemos en el pasaje anterior? ¿ Ha estado en esa encrucijada en su vida, donde usted sabe que está  a punto de hacer algo que está mal, que sabe que no debe hacerlo, pero de todas maneras lo termina haciendo?.

Eso tiene una explicación, y es por el pecado que habita en nosotros (Romanos 7:20), todos los seres humanos somos pecadores (Romanos 3:23).

Cada uno de nosotros puede hacer lo que quiera, cada uno es libre de decidir lo que desea hacer, tenemos permitido hacer lo que queramos; la cuestión es que no todo nos conviene (1 Corintios 10:23),

¿Pero, porque?  Porque cada cosa que realizamos, tiene una consecuencia, similar a cuando plantamos una semilla, esta dará el fruto de lo que es. Hay un pago por cada cosa que hacemos, y en el caso del pecado, la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23).

Por ejemplo:

1. Si pone la mano en el fuego, es seguro que se quema; el grado de la quemadura, será en relación al tiempo que la mantenga en el fuego.
2. Si mete la cabeza dentro del agua, el agua entrará en sus fosas nasales, dependiendo del tiempo  que esté bajo el agua, si continúa por mucho tiempo, el agua llegará a los pulmones, y aun si continua adentro del agua, seguramente se ahogará.

Ciertamente cada decisión mala que tomemos, con el tiempo, ciertamente nos conducirá a la muerte.

¿Cómo hago para no seguir haciendo lo malo, eso que ya no quiero hacer?

Reconocer delante de él que estamos haciendo lo malo, decirle a él, que sabemos que eso que estamos haciendo es malo, que reconocemos delante de él, que estamos fallando, que clamamos a él por ayuda,

Porque sabemos que por  nuestras fuerzas no podemos.

¡Cristo ayúdame! ¡No puedo por mi cuenta, Señor ten misericordia!

Caigamos rendidos como el apóstol Pedro, que le dijo a quien iremos Señor, si solo tú tienes palabras de vida eterna (San Juan 6:68).

Cristo escucha, Cristo se compadece, Cristo nos dejó su Santo  Espíritu para fortalecernos, manda ángeles para que nuestros pies no tropiecen contra piedra (Salmos 91:12).

¿Quiénes son ellos?

Los expertos: son todas aquella personas que antes, ya pasaron  por eso que usted está viviendo ahora,  y con la ayuda de Jesucristo vencieron, con la ayuda de Dios nuestro Padre ahora son libres de ese pecado que les estaba antes.

¿Dónde los encuentro?

En miles de libros, en miles de testimonios en las redes sociales, en miles de testimonios en las radios, en folletos, en miles de tratados acerca de cómo salir de ataduras en nombre de Dios.

Jesús el Hijo de Dios en la oración modelo, nos enseñó  a pedirle al Padre que nos libre de toda tentación, le aseguro que si libera, cuando le clamamos cuando le decimos y les suplicamos ayuda porque no podemos.

Cuando le decimos «Padre quiero hacer lo malo, pero no te quiero fallar, ayúdame, líbrame de esta tentación» Le garantizo 100 % que nuestro Padre SI nos ayuda y la necesidad de hacer lo malo se va.

Tenga por seguro que la tentación ¡volverá! pero clamamos  a Dios de nuevo Y el Espíritu Santo nos auxilia.  iAleluya!

Amado lector, no está solo, no luche solo, con Cristo Todo lo podemos, El lo promete en su Palabra. Ánimo, hay uno que lo entiende y no le acusa y es nuestro Salvador Cristo Jesús; y a la vez hay miles que le entenderían y le pueden ayudar a salir de la atadura a lo malo.

Confíe y crea en Dios nuestro Padre que nos ayuda siempre.

¡Dios le bendiga!