¿Le han encomendado algo en la obra del Señor?, ¿Le han dado palabra de bendición para su vida?, Quizá le estén diciendo: ¡usted es escogido!, ¡Dios tiene planes para usted!, Dios le está llamando para que cumpla un propósito en Él, Dios tiene un plan para su vida, ese don que usted tiene , Dios lo ocupa para su obra.

Y la respuesta de su parte ha sido : ¿YO? ¿A MI?

Y en muchas ocasiones añadimos:  !No, yo no!, !No, no creo, eso no es para mí!, ¡mmm, no sé, no estoy hecho para eso!

Leamos lo que nos dice El Señor en su Palabra.

Jeremías 1:5 NVI Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté   y te nombré mi profeta a las naciones.

Salmos 139:16 NVI Me viste antes de que naciera.  Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro.

Este día aprenderemos de Gedeón, uno de los jueces del pueblo de Israel. El pueblo de Dios no era gobernado por un rey, Dios designaba jueces (Jueces 2:16).

Gedeón vivía en una época donde el pueblo de Israel era atacado por los amalecitas y madianitas, robaban sus cosechas y los dejaban en extrema pobreza. El pueblo de Dios clamó a Jehová y nuestro gran Señor fue movido a misericordia, entonces, el Angel de Jehová se le aparece a Gedeón para asignarle la tarea de liberar a Su pueblo; sin embargo, Gedeón estaba lleno de muchas dudas (Jueces 6: 11-18).

Veamos el siguiente resumen de algunas de las dudas que este varón le expresó a Jehová:

Gedeón estaba basado en su realidad terrenal, en lo que sus ojos veían, en lo que era su vida, humanamente hablando; pero se olvidaba que aquel que le hablaba era nada menos y nada mas que El Gran Yo Soy.

¿Cuánto nos estamos pareciendo a Gedeón? Pidiéndole señales, pruebas a nuestro Dios, no estamos plenamente convencidos que Su Palabra es verdad, que Su hijo Cristo el Redentor ya pagó le precio por nosotros en la cruz, que somos libres de todo pecado, que somos vencedores en Él, que TODO lo podemos en Cristo , porque El nos fortalece, que nada nos separará del Amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Amado hermano y hermana, levántese en el nombre de Jesucristo, en el poder de Su fuerza, El nos ha capacitado con dones, con capacidades únicas, con inteligencia heredada de Él.

Ya no dude más. Dios tiene un plan para usted, un propósito grande en Su reino y en Su obra.

¡Dios le bendiga!